“Solo piensa en pensamientos felices y volarás”.
SI, Peter Pan o mejor dicho “el chico que se negaba a crecer “, la historia de Peter Pan es un reflejo de la inocencia fugaz y el "polvo de hadas" de la infancia. Peter Pan o mejor dicho “el chico que se negaba a crecer “, es un ejemplo del mecanismo de defensa llamado negación.
A continuación, extrapolaremos este personaje a la vida real y veremos por qué es un excelente caso en Psicología.
¿Te imaginas vivir en Londres una vida idónea y que un chico “despreocupado, diferente, aventurero y libre” te muestre un mundo de aventuras totalmente diferente? Pues así va la historia de Peter Pan, Wendy y sus hermanos; Esta joven está consciente de que algo es inevitable, esto es crecer, madurar y tomar responsabilidades. Wendy está consciente que Peter, aunque siempre seguirá siendo un niño “despreocupado, libre y feliz”, Wendy sabe que ella y sus hermanos inevitablemente deben crecer y volver a su “realidad”.
Es tan explorado este personaje que se ha denominado como “Síndrome de Peter Pan" en honor a este interesante personaje.
“El síndrome de Peter Pan" es un fenómeno psicológico que se caracteriza por la inmadurez emocional, social y psicológica”. “El Síndrome de Peter Pan” puede definirse como un estilo de personalidad por el cual una persona adulta adopta un comportamiento propio de un niño o adolescente. Esto se traduce en una falta de capacidad para responsabilizarse de los propios actos, tomar decisiones, afrontar retos, establecer relaciones sanas y, en definitiva, comportarse acorde a un individuo adulto.
El fin de la terapia es el de lograr que la persona pueda tomar las riendas de su vida, responsabilizándose de sus actos, tomando decisiones y lidiando con las frustraciones y los miedos que aparezcan en el camino.
Y recuerda: “Solo piensa en pensamientos felices y volarás”. Pero no sea un Peter Pan, si se considera uno o conoce alguno, es momento de ir a terapia.
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